Alejandro Catterberg, presidente de la consultora Poliarquía, fue uno de los disertantes centrales de la 13ª Jornada de la UIER. El especialista desarrolló, con mucha claridad, el mapa político que observa en la Argentina a menos de un mes de las elecciones generales de octubre y anticipó un mejor posicionamiento del oficialismo que gobierna el país en el congreso.

 

Para Catterberg, Cambiemos ganará las elecciones legislativas del 22 de octubre próximo y por consiguiente va a mejorar su situación en el Congreso Nacional, tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado, pero a pesar del triunfo no obtendrá la mayoría.

Según su vaticinio, Cambiemos pasará a tener 24 senadores –hoy cuenta con 15– y quedará a 12 de la mayoría. Siete de las bancas que obtendrá el oficialismo las perderá el peronismo.

En la Cámara Alta, estimó, la bancada peronista se quebrará y, en consecuencia, el justicialismo por primera vez no tendrá la mayoría en ese cuerpo.

En Diputados, en tanto, según la mirada de Catterberg, Cambiemos sumará 18 bancas más y llegará a 105, a 24 de la mayoría. Cuando asuman los nuevos legisladores, Sergio Massa –bajará de 40 diputados a 25 o menos, según el consultor– ya no será el interlocutor, como sucedió en los primeros dos años de gestión de Macri, y habrá que ver cómo se reorganiza el peronismo para saber quién ocupa finalmente ese lugar.

La mayoría del peronismo, aventuró, se aglutinará en un bloque federal que responderá a los gobernadores peronistas, lejos del kirchnerismo.

“El gran ganador de las PASO fue el Gobierno y el gran ganador de las legislativas de octubre será el Gobierno”, aseguró.

El triunfo se basa, argumentó Catterberg, en que el Gobierno logró “un cambio en las expectativas que había respecto de su fortaleza. Macri no tiene mala relación con la gente”. También ayudó la estrategia del Gobierno de nacionalizar la campaña.

El director de Poliarquía consideró que lo sucedido en las PASO fue “un duro golpe para el peronismo no kirchnerista, que no esperaba”, y sostuvo que “el gran problema” del PJ es qué va a hacer con Cristina. Ante este escenario, “con Massa derrotado y Florencio Randazzo con apenas el 6% de los votos, el PJ seguirá dividido y sin candidato para 2019”.

El kirchnerismo, de acuerdo a la visión de Catterberg, “claramente está retrocediendo: Cristina tiene hoy 20 puntos menos de imagen positiva que cuando dejó  el Gobierno y cuando dejo el Gobierno tenía 20 puntos menos que cuando lo empezó”.

De todos modos, explicó, si bien se ha replegado a modo de una fuerza provincial, con peso en el conurbano, “no está terminado”, y esto al Gobierno sostuvo Catterber “no le viene mal”.

Así y todo, Cristina mantendrá su rol central en la política, entre otras cosas, porque en las PASO le ganó a Massa y porque la gente la reconoce como opositora a Macri.

Este protagonismo de Cristina, analizó, pone al peronismo federal en “una posición muy incómoda porque tendrá que elegir entre negociar con Macri las reformas que el oficialismo impulsa o rechazarlas, lo que lo ubicaría más cerca de Cristina”.

VENTAJA.

Catterberg cree que en las elecciones legislativas Cambiemos ganará en los cinco principales distritos: Buenos Aires, Capital Federal, Santa Fe, Córdoba y Mendoza, y también en Entre Ríos, una situación que no se da desde 1985, cuando Raúl Alfonsín estaba en su apogeo.

Allí fue cuando Catterberg deslizó el dato más importante para los entrerrianos: en 2019 el gobernador de la provincia podría ser de Cambiemos.

Si Cambiemos efectivamente gana en aquellos distritos y en los próximos 20 meses la situación económica logra estabilizarse, con crecimiento, el camino del Presidente hacia su reelección estará abierto, por lo que Catterberg no descartó que la administración macrista se extienda hasta 2023.

SALVO QUE.

El director de la consultora Poliarquía planteó un escenario favorable para la fuerza que gobierna en el país, aunque advirtió sobre tres problemas que podría enfrentar y modificar las situaciones: primero, el financiamiento –indispensable para la política económica oficial–, y segundo, la pelea con lo que denominó “el lado oscuro de la política” –que va desde los fiscales liderados por Alejandra Gils Carbó, hasta carpetazos, audios y violencia política.

El tercer problema, que puede asomar según Catterberg es el frente interno del Gobierno y una pelea potencial con Elisa Carrió. ”Con sectores del radicalismo puede suceder, aunque no creo que tengan intención de generar daño, peri si Carrió sale del Gobierno seguro va a ser un divorcio complicado”.