El escritor Marcos Aguinis estuvo en la XIV Jornada de la Industria y habló sobre la famosa grieta en el país. En ese marco, planteó la necesidad de que haya una transformación de tipo cultural para poder volver a transitar un “camino de progreso genuino”. Para ello, apuntó a observar cómo está hoy la sociedad ante las causas de corrupción que avanzan en la Justicia.

Marcos Aguinis disertó en el marco de la XIV Jornada de la Industria que organizó la Unión Industrial de Entre Ríos (UIER). Bajo el título “Hacia la reconstrucción nacional”, el reconocido escritor planteó cómo se agrandó la grieta en la Argentina actual y la necesidad de que se produzca un cambio cultural importante.

Desde esta perspectiva, sostuvo: “Si queremos la reconstrucción de Argentina, la reubicación en un camino de progreso genuino, tiene que haber un cambio cultural. Pero ese cambio no está en condiciones de llevarse adelante si gran parte de la sociedad no está dispuesta a llevarlo con firmeza”.

A la hora de realizar su análisis, Aguinis hizo hincapié en el antes y después que significa la causa conocida como los Cuadernos de la Corrupción. “Para que la Argentina marche a un cambio, hay que reconocer que estamos ante una situación novedosa, casi inesperada, sorprendente, pero que no podemos festejar”, consideró en relación a la investigación judicial.

Para el escritor, se trata de la causa más importante de los últimos 100 años. En este sentido, tras recorrer la historia nacional desde comienzos del siglo XX hasta la actualidad, advirtió que “hay una destrucción cultural muy grande”. En duros términos, cuestionó al Gobierno anterior y a quienes todavía hoy los siguen apoyando.

Cambio cultural

Durante su disertación, Aguinis hizo hincapié en que la clave para reconstruir el país es concretar un “cambio cultural muy profundo”. “Lo político no va a mejorar de manera decisiva si no hay un cambio cultural. Y en el aspecto cultural, Argentina ha declinado de manera atroz”, reflexionó, y puntualizó que esa “declinación cultural” está vinculada con aspectos asociados a nuestra mentalidad que definió como “viveza criolla”.

“En Argentina se han fijado aspectos de nuestra cultura, forma de pensar, actuar, y esto ha llevado a que paulatinamente nuestro país haya ido declinando”, afirmó. En esta línea, indicó que se trata de una contradicción porque contamos con individuos brillantes en distintos campos, pero que se van a triunfar en el extranjero, “que se van porque son mejor reconocidos”.

El escritor también habló de sectores improductivos que desalientan la inversión extranjera y local. Al respecto, durante su discurso puso en duda la posibilidad de reconstruir la Nación “si existe este clima que no es condenado adecuadamente”. Criticó a quienes quieren “que vuelva el clima del saqueo, de la mentira, del falaz desarrollo social o justicia social”.

Desde esta perspectiva, señaló que “el debate no es político, es moral”. Valoró a los sectores que trabajan “teniendo en la cabeza las leyes, la moral y la ética”. Por esto es que sobre el final pidió a ellos no callarse. “Para encontrar un buen diagnóstico tenemos que ser más severos en el examen de lo que nos ocurre. Tenemos que empezar por decir las verdades”, sostuvo, y remarcó que sólo desde entonces será posible la transformación cultural.