La Unión Industrial Argentina (UIA) expresó su «preocupación por la caída en el volumen de ventas» y el impacto en la actividad, y exigió medidas para atenuar el efecto de los elevados intereses, entre las que mencionó la puesta en marcha de bonificaciones de tasas y créditos productivos.

Así lo expresó la entidad luego de una reunión de la Junta Directiva en la que también abordaron la situación sectorial-regional, la coyuntura económica y las dificultades financieras.

«Durante la reunión, industriales de todas las provincias manifestaron preocupación por la caída en el volumen de ventas y el impacto que dicho descenso produce en la actividad», informó la cámara empresarial en un comunicado.

Advirtió que «los efectos del stress financiero observado en los últimos meses se sienten con mayor intensidad en los sectores PyMEs y en las economías regionales».

«Las postergaciones del ajuste por inflación a los balances y la rebaja en el impuesto a los débitos y créditos bancarios, junto con la eliminación de los beneficios regionales previstos en el Decreto 814/01, complican aún más las perspectivas para el sector productivo», puntualizó.

Según se informó, el departamento PyMI y Desarrollo Regional analizó la evolución de las variables más relevantes para el sector, en cuanto a que la actividad mostró en agosto una caída del 4,1% y para el acumulado de 2018 se espera una contracción cercana al 2,3%.

«Si bien la mayoría de los sectores experimenta una caída de la actividad, en aquellos con mayor participación de pymes (Textil, Calzado, Juguetes, Gráficos, Plásticos. Madera y Muebles, metalmecánica, economías regionales, entre otros) se estima una caída más pronunciada que la del promedio de la industria, con su consiguiente impacto en el nivel de empleo», alertó.

La UIA manifestó «la necesidad de avanzar sobre el diseño de un conjunto de medidas adicionales de apoyo para la actual coyuntura, y de una nueva Ley PyME que dinamice el sector en el largo plazo».

«En el actual contexto de estabilización del mercado de cambios, se analizó el fuerte impacto negativo que generan las altas tasas de interés en el mercado de crédito», graficó.

En tal sentido, agregó que «la contracción del volumen de préstamos y el incremento del costo del financiamiento derivan en mayores dificultades para acceder a capital de trabajo, el estiramiento de la cadena de pagos y el aumento de los cheques rechazados en plaza».

«Con el objetivo de morigerar los efectos negativos de la coyuntura financiera, se analizaron una serie de medidas para el sector productivo (programa de bonificación de tasas, inversiones en activos PyMEs y línea de crédito productivo)», sostuvo la entidad.

Los miembros de Junta Directiva señalaron que la puesta en marcha de estas iniciativas «es prioritaria, ya que el esquema monetario vigente podría extender las tasas elevadas durante más tiempo que el esperado, complicando la sostenibilidad del entramado PyME e industrial».

«Si bien el mercado cambiario se estabilizó, el elevado costo de financiamiento impacta negativamente en el sector productivo.

Las tasas de adelanto de cuenta corriente para las PyMEs pasaron del 35% en septiembre de 2017 al 64,7% en septiembre de 2018», puntualizó.

Fuente: Ámbito