El organismo internacional enmarcó la desaceleración en el contexto general de la región aunque subrayó la dinámica interna como uno de los factores centrales de la baja. En términos generales, mantuvo su previsión del 3,9% para el crecimiento de la economía mundial este año
El Fondo Monetario Internacional (FMI) recortó la perspectiva de crecimiento para la Argentina por la crisis financiera. El organismo internacional enmarcó la desaceleración en el contexto general de la región aunque subrayó la dinámica interna como uno de los factores centrales de la baja.
Así, el FMI resaltó que “el crecimiento de América Latina experimentará un ligero aumento, de 1,3% en 2017 a 1,6% en 2018 y 2,6% en 2019 (0,4 y 0,2 puntos porcentuales menos de lo proyectado en el informe WEO de abril)”, se aseguró.
Acto seguido, se remarcó que “aunque el alza de los precios de las materias primas continúa brindando respaldo a los exportadores de la región, el empañamiento de las perspectivas respecto de la edición de abril refleja la complicación del panorama para grandes economías, debido a la constricción de las condiciones financieras y el ajuste necesario de las políticas (Argentina); los persistentes efectos de las huelgas y la incertidumbre política (Brasil); y las tensiones comerciales y la prolongada incertidumbre que rodea la renegociación del TLCAN y el programa de políticas del nuevo gobierno (México)”.
En lo que hace a Venezuela, el Fondo destacó que está “sufriendo un colapso drástico en la actividad y una crisis humanitaria”, por lo que los índices “se revisaron nuevamente a la baja a pesar del repunte de los precios del petróleo, ya que la producción disminuyó con fuerza”.
Volviendo a la Argentina se afirmó que fue sacudida por una aguda crisis financiera en el primer semestre de este año, lo que llevó al gobierno a recurrir al FMI para obtener un crédito de u$s50.000 millones. Sin embargo, el país continúa con una elevada inflación y una tasa básica de interés de 40%, una de las más elevadas del mundo.
En sintonía con esta apreciación, en la página del fondo se publicó una entrevista a Roberto Cardarelli, jefe de la misión del FMI en Argentina, quien asegura que «después de un primer trimestre sólido, Argentina experimentará un crecimiento negativo tanto en el segundo como en el tercer trimestre de 2018”.
“El país ha sufrido durante años una sequía que ha afectado a la producción agrícola, y la crisis de las últimas semanas ha tenido efectos en la inflación y en la confianza de los inversionistas. Esperamos que el crecimiento se estabilice en el último trimestre de 2018”, añadió.
Y concluyó: “Prevemos que la economía iniciará una recuperación gradual en 2019 y 2020, a medida que crezca la confianza y disminuya el costo del capital, junto con la inflación, mientras se recuperan las exportaciones, gracias al sólido crecimiento de los principales socios comerciales de Argentina (Brasil, Estados Unidos y China)”.
Condiciones financieras en los mercados emergentes
“Los bancos centrales de las principales economías de mercados emergentes —Argentina, India, Indonesia, México y Turquía— han incrementado las tasas de política monetaria, como respuesta a las presiones inflacionarias y cambiarias (sumadas en algunos casos al vuelco de los flujos de capital)”, se resaltó en otro apartado del estudio.
“Las rentabilidades a largo plazo también subieron en los últimos meses y, en general, los diferenciales se ensancharon. En la mayoría de los mercados emergentes, los índices de renta variable sufrieron ligeras caídas, en algunos casos debido a la preocupación en torno a los desequilibrios (por ejemplo, Argentina y Turquía), y en un plano más general, debido a los crecientes riesgos a la baja que rodean las perspectivas”, se precisó.
Crecimiento mundial
En términos generales, FMI mantuvo su previsión sobre el crecimiento de la economía mundial este año, en 3,9%, pero alertó sobre los efectos de una guerra comercial entre Estados Unidos y China.
En su actualización de las previsiones económicas de abril, el FMI mantuvo igualmente sin cambios la expectativa para el año próximo, cuando el PIB mundial debería aumentar también un 3,9%.
«El riesgo de que las tensiones comerciales actuales se intensifiquen y que impacten negativamente en la confianza y en la inversión representa la mayor amenaza para el crecimiento mundial en el corto plazo», dijo Maurice Obstfeld, economista jefe del FMI.
Tal como se mencionó previamente, la entidad revisó a la baja de 0,4 punto porcentual, de 2,% a 1,6%, su previsión de crecimiento de la economía de América Latina y el Caribe para este año.
En el caso de Brasil, las perspectivas de crecimiento son «poco inspiradoras», según el FMI.
«La economía tiene un desempeño por debajo de su potencial, la deuda pública es alta y en aumento, y, aún más importante, las perspectivas de crecimiento de medio plazo permanecen poco inspiradoras», apuntó la entidad.
Para el año 2018, el FMI espera en Brasil un crecimiento de 1,8%, lo que implica un recorte de medio punto porcentual respecto a la estimación de abril.
Con relación a México, el organismo mantuvo en 2,3% su expectativa de crecimiento aunque recortó levemente la previsión para 2019, de 3,0% a 2,7%.
Con relación a México, Obstfeld dijo este lunes que «hemos incluido la incertidumbre» sobre el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en la previsión, aunque añadió que el Fondo asume que las negociaciones para la renovación del acuerdo «estén concluidas al fin de 2019».
En conferencia de prensa, Obstfeld dijo que resulta «difícil exagerar» la gravedad de la situación económica en Venezuela, aunque no adelantó números sobre el desempeño esperado de ese país este año.
Obstfeld apuntó que el FMI prevé «en los próximos años una contracción de dos dígitos» en el PIB de Venezuela, sumada a una hiperinflación que se equipararía «solamente a la de Zimbabwe» y el período entre las dos Guerras Mundiales.
Zona euro
Por el momento, la proyección para las dos principales economías del mundo -Estados Unidos y China, protagonistas de una guerra comercial sin piedad- se mantuvo sin cambios para este año.
En cambio, el FMI estimó que el crecimiento de los países desarrollados se ubicará en 2,4% (-0,1 punto porcentual) en 2018, con Estados Unidos a la cabeza (+2,9%), gracias al impulso de la reforma fiscal implementada a fin de 2017, que consiste en una baja de impuestos para los hogares y las empresas.
El Fondo redujo también la expansión prevista para la Eurozona (-0,2 puntos porcentuales, a 2,2%), debido a los pronósticos más bajos para Alemania (-0,3 puntos porcentuales a 2,2%), Francia (-0,3 pp a 1,8%) e Italia (-0,3 pp a 1,2%).
El organismo observó «una ralentización de la actividad económica más pronunciada que lo previsto en el primer trimestre», para las dos economías líderes y mencionó como problema la incertidumbre política en Italia.
En cuanto al Reino Unido, cuyo crecimiento fue calculado en 1,4% (-0,2 pp respecto de lo previsto en abril), los términos del Brexit siguen siendo inciertos «a pesar de meses de conversaciones», dijo Obstfeld.
Señaló además, que las interrupciones del suministro y las tensiones geopolíticas han contribuido a elevar el precio del petróleo, lo que beneficia a los países exportadores como Rusia y otros países productores de Medio Oriente.
El FMI recomendó a los gobiernos estar más atentos a la equidad económica y proteger a los más pobres, ya que la recuperación económica no ha generado una distribución suficiente.
Fuente: iProfesional