El nivel de rechazos aumentó 50% comparado con 2017. Aunque la cifra no es relevante al compararse con el total del clearing bancario, industrias en Córdoba ya indican que tienen su cadena cortada.
Nuevas estadísticas tanto públicas como privadas coinciden en que se verifica un incipiente corte de la cadena de pagos, como producto del descalabro económico causado por la devaluación. Datos del Banco Central a julio pasado indican que el monto total de cheques rechazados por falta de fondos alcanzó a cerca de $4.600 millones, equivalente al 1,2% de a cantidad de documentos que pasaron por la cámara compensadora. En julio de 2017, los cheques sin fondos habían representado 0,8% del total, lo cual indica que el nivel de incumplimiento trepó 50% en un año.
La cifra sobre el total del sistema, no obstante, sigue siendo relativamente baja. Durante ese mismo período de comparación, el monto de dinero que pasó por clearing subió 28%, algo menos que la inflación. Por esa razón, los funcionarios del Gobierno admitieron en el último mes en diferentes ocasiones que la «cadena de pagos de las pymes está muy estresada», aunque sostienen que no está cortada.
Los datos de julio marcan una mejora respecto de junio, cuando la comparación interanual marcó un incremento del 71% de rechazos por falta de fondos. También de acuerdo con la información del Banco Central, durante el séptimo mes del año, el monto de los cheques que fueron depositados pasaron por clearing expresaron el 33,6% del PBI, 0,3 puntos más que el mes anterior, aunque es 1,3 puntos menos que hace un año.
El fenómeno tiene una explicación. En julio de 2015 la cantidad de fondos que circulaban por las cámaras compensadoras equivalía al 41,5% del PBI. La constante caída se debe a la expansión de nuevos sistemas de pago, como las transferencias electrónicas automáticas, que van desplazando al cheque.
Por lo tanto, no hay estadísticas duras a nivel oficial que puedan captar lo que ocurre con las cadenas de pagos, aunque la Unión Industrial de Córdoba elaboró una consulta a nivel provincial que puede servir de indicador de lo que está sucediendo a nivel nacional.
El trabajo realizado junto con el Colegio Profesional de Ciencias Económicas de esa provincia indica que el 14,5% de las empresas consultadas declaró en julio haber tenido su cadena de pagos cortada. Eso es más del doble de lo que había en mayo.
El relevamiento muestra que en el séptimo mes de este año el 38,7% de las empresas dijo tener su cadena de pagos estirada, mientras que el 41,8% manifestó no tener cambios.
La cantidad de empresas que en mayo decía tener su cadena de pagos cortada era de apenas del 6,5%, mientras que en junio trepó a 15,5. En julio el dato mejoró en apenas 1 punto.
Por otro lado, el reporte señala que el 57,9% de los consultados manifestó tener menor actividad que el año pasado, el 23,6% dijo que se mantiene y el 24,7% consideró que su situación mejoró. Para lo que resta de 2018, el 55,28% de los consultados indicó que la situación empeorará, el 23,6% que se va a mantener mientras que el 16,7% indicó que mejorará.
Fuente: Ámbito