Impuestos a las industrias: los desafíos de corto y largo plazo, según Carlos Abeledo
En diálogo con la Unión Industrial de Entre Ríos (UIER), Carlos Abeledo, presidente de Política Tributaria de la Unión Industrial Argentina (UIA), planteó los ejes más importantes en términos impositivos que deben atender las empresas industriales del país en esta coyuntura.
Además, sugirió cuáles serían las medidas necesarias en el corto plazo y planteó cómo y cuándo se debería avanzar luego en una reforma tributaria integral. De esta manera, el profesional especializado en la materia anticipó algunos de los conceptos que expondrá en la charla que brindará a socios de UIER el 19 de marzo.
—¿Cuáles son los principales cambios en materia tributaria que deben estar atentas las industrias este año?
Hay tres aspectos esenciales que debieran estar ocupando las agendas de las industrias en materia tributaria:
1. Evolución Impuesto PAIS. Estar atentos a mantenerse fuera del ámbito de coparticipación (respecto a su recaudación), porque, de lo contrario, será mucho más difícil su eliminación a partir del 22 de diciembre de 2024, fecha prevista de su finalización de acuerdo a la Ley 27.541, de su creación.
2. Potencial dictado de un Nuevo Consenso Fiscal. Es relevante saber si, antes la prórroga del actual esquema, se prevén modificaciones que lo tornen operativo en variaos de sus puntos, como son la aplicación irrestricta del límite máximo de alícuota (impidiendo su vulneración a través de artilugios que generan aumentos efectivos de la alícuota como ocurre en varias jurisdicciones que prevén aumentos por tamaño de empresa, destino de sus ventas, etc.).
3. Implementación del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), ya que en su redacción original no se prevé la utilización del mismo para el sector industrial. El mismo es factor fundamental para el incremento de inversiones que sostengan un crecimiento de la economía.
—¿Cómo debería orientarse una reforma tributaria en la Argentina en este nuevo contexto político y económico?
En una primera etapa no sería aconsejable una reforma tributaria integral ya que se debe implementar medidas tendientes a reducir la carga fiscal total (nacional, provincial y municipal), promover las inversiones (con regímenes específicos para el mismo), y eliminación de los crecientes saldos a favor que se verifican tanto a nivel nacional (IVA, principalmente), como provincial (IIBB y sus regímenes de recaudación que elevan, considerablemente, la alícuota efectiva del tributo). Una medida de corto plazo que aliviaría la carga impositiva (y a su vez tenderá a una mayor bancarización de la economía, con su consiguiente combate a la evasión), sería la posibilidad de un cómputo al 100% del Impuesto sobre los Débitos y Créditos Bancarios para todos los contribuyentes, sin distinciones y su utilización para cualquier tributo y/o recursos de la seguridad social. Por otra parte sería esencial que se implemente, a nivel AFIP, de un Sistema de Cuentas Tributarias sin limitaciones, que permita compensar los saldos a favor de los contribuyentes con sus deudas, de cualquier naturaleza, para que opere como una verdadera Cuenta Corriente que regule la relación fisco-contribuyente.
Luego de implementadas estas medidas, y con una economía en crecimiento, pensar en un rediseño del Sistema Tributario en todos sus niveles, para aplicación no antes de 2025. Allí los desafíos son muchos que incluyen la carga fiscal global (nacional, provincial, municipal), la Ley Penal Tributaria (para que opere, exclusivamente, cuando se reúnan, en la misma circunstancia, los aspectos objetivos y subjetivos que hacen al potencial delito tributario de evasión y no, como en la actualidad, donde el monto involucrado pasa a ser casi el único aspecto que mueve al fisco para realizar denuncias sobre la materia. Y por último un debate profundo sobre la Ley de Coparticipación el cual debiera reunir a todos los actores, incluyendo a los contribuyentes, factor esencial en el pago de los tributos.