La situación de Imperial Cord, ante el difícil contexto industrial
La empresa de neumáticos radicada en Entre Ríos debió paralizar su producción, en medio del apremiante contexto económico y financiero del país. Desde la firma aclaran que la fábrica no cierra, sino que se sostendrá con un mínimo de mantenimiento. De cambiar las condiciones, apuestan a volver a producir en 2020.
Imperial Cord, empresa socia de la Unión Industrial de Entre Ríos (UIER), atraviesa por un difícil momento, por lo cual debió paralizar su producción y perder mano de obra en el establecimiento ubicado en el Parque Industrial de Gualeguaychú. No obstante, desde la firma aclaran que no cierra, sino que permanecerá con la mínima cantidad de personal que permita realizar las tareas de mantenimiento, hasta tanto mejoren las condiciones.
La fábrica de neumáticos viene padeciendo las adversidades del contexto macroeconómico del país desde hace varios meses, con caída en los niveles de producción y derrumbe de ventas. Los problemas comenzaron principalmente con la oleada de productos importados, que dificultaron la competencia en igualdad de condiciones, y se profundizó con la crisis económica y financiera de la Argentina.
Ante esta situación, Imperial Cord -que antes de 2015 llegó a tener más de 100 empleados- se vio ante la necesidad de suspender la producción. Asimismo, en diálogo con el sindicato y los representantes de los trabajadores dentro de la firma, inició un plan de retiros voluntarios, que esperan que se adhiera la totalidad de la planta que asciende a 39 personas. Todo ello, indicaron, se realizará en el marco de las disposiciones legales correspondientes.
De todos modos, según expresaron, las intenciones del establecimiento industrial son las de volver a generar valor en la provincia con vistas a 2020, siempre y cuando mejoren las condiciones económicas y financieras que posibiliten reactivar la planta y demandar nuevamente mano de obra.
A raíz de este caso en particular y en medio del complejo panorama que vive la mayoría de las industrias radicadas dentro del territorio provincial, desde la UIER se solicitó una reunión con el gobernador Gustavo Bordet. El objetivo del encuentro es poder concretar una mesa de diálogo que permita poner en debate las dificultades y posibles soluciones, fundamentalmente en cuanto a temas energéticos, impositivos y financieros.
Contexto industrial
La situación de Imperial Cord no escapa a los serios problemas con los que se enfrenta la industria en todo el país. Las perspectivas positivas del comienzo de 2018 se disiparon rápidamente. A partir de abril, y consolidándose en mayo, el sector manufacturero de Argentina empezó a contraerse a una tasa promedio del -1,5% mensual, se profundizó hacia fines del año y cerró en una contracción del 10% del nivel de actividad.
Esta dinámica repercutió en una de las principales virtudes del sector manufacturero: el empleo de calidad registrado y bien pago. Hasta octubre del año pasado ya se habían perdido 50.000 puestos de trabajos privados registrados en el sector industrial (-4%). Si se compara con 2016, los puestos de trabajo registrados perdidos sumaron 100.000. Asimismo, el uso de la capacidad instalada también mostró los impactos del contexto y a lo largo del segundo semestre de 2018 se utilizaron alrededor de 5 puntos porcentuales menos que los del año anterior.
Si bien el sector industrial hace años no logra mantener una dinámica expansiva sostenida, y en los últimos 10 años se mantiene estancado el producto industrial nacional, este último año la situación se complejizó aún más, con fuertes caídas en el consumo interno, dificultades en el financiamiento tanto por las altas tasas de interés como la inaccesibilidad de los programas públicos, fuertes aumentos en las tarifas y costos energéticos, devaluación, incremento en la presión impositiva, entre otros.
Perspectivas
La industria entrerriana se ha visto especialmente afectada por este contexto y de allí que las proyecciones no son alentadoras. Ya en el tercer trimestre del año pasado, la mitad de las industrias consultadas por UIER en su Informe de Coyuntura resaltaba la caída de las ventas y la producción. En dicho estudio, además, un 25% declaró una caída en los niveles de empleo y 36% en la cantidad de horas trabajadas. Más aún, las perspectivas de dichas industrias reflejaban una visión de pesimismo, ya que alrededor del 40% esperaba que las ventas y la producción siguieran cayendo, y un 25% aguardaba que se contrajeran sus niveles de empleo. Asimismo, la mayoría de las industrias no tenían previsto realizar inversiones en el último trimestre del año.
Para este 2019 las perspectivas son prudentes a negativas. El salario real, de fuerte caída en 2018, probablemente se encuentre entre estable a negativo, lo que dificulta la recuperación del mercado interno. Las exportaciones serán una salida expansiva para las ramas industriales con capacidad de venta al exterior, pero las mismas no son, por lo pronto, las que traccionan mayormente a la industria en su conjunto. La tasa de interés y las políticas de promoción crediticia estarán determinadas por la política cambiaria y monetaria, cuya prioridad será la recuperación de la estabilidad del tipo de cambio y la contracción sostenida de la inflación, dificultando las inversiones que podrían realizarse.
Asimismo, el Estado nacional continúa con la profundización de su ajuste fiscal, combinando tanto recortes de distintos programas públicos como incrementos de tarifas energéticas y subas impositivas. Todas estas medidas impactarán negativamente tanto dentro de las industrias como en el contexto mesoeconómico (infraestructura, servicios, etc).