El plazo antes del embargo pasa de 29 a 60 días. El organismo recaudador aclaróq ue será «por única vez» y se aplicará a deudas contraídas hasta el 30 de junio

La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) anunció ayer un plan de facilidades de pago para las pequeñas y medianas empresas que tengan deudas con el fisco, contraídas hasta el 30 de junio pasado. El plan tendrá medidas proactivas para facilitar el cumplimiento de los contribuyentes, extiende de 29 a 60 días el plazo mínimo desde el incumplimiento hasta llegar al embargo y se ofrecerán alertas tempranas y planes de pago para los contribuyentes que estén en mora.

El titular de la AFIP, Leandro Cuccioli, destacó que se el plan será por «por única vez» y recordó que en verdad la primera opción de ayuda implementada por el organismo recaudador fue la posibilidad de levantar los embargos con dinero retenido en sus cuentas, medida que rige desde el mes pasado. El administrador federal precisó que desde entonces ya se levantaron 1300 embargos, lo que representa un promedio de 70 u 80 por día.

Sobre el nuevo plan de facilidades la AFIP señaló que desde este mes se implementarán nuevas acciones de cobranzas proactivas, encaminadas a dar «más aire» a las pymes, precisando que «se les darán 60 días de plazo antes de ser embargadas». En ese período la AFIP enviará alertas tempranas de deuda, al tiempo que ofrecerá planes de pago a los contribuyentes que registren atrasos en sus obligaciones.

Esta medida tendrá vigencia desde el 6 de agosto y hasta el 31 de octubre próximo, según indicó Cuccioli en conferencia de prensa. Teniendo en cuenta la experiencia, el funcionario recordó que «el 66% de los planes otorgados se usó para cuotificar deuda corriente», es decir, que utiliza planes de pago para saldar deudas corrientes y no para cancelar períodos anteriores. En función de esto, la AFIP decidió lanzar «un nuevo plan de pagos, dirigido especialmente a la deuda de cada contribuyente». Y aclaró: «El plan es para todos, no hay diferencias de tasas entre quien es una pyme y quien no».

Cuccioli indicó que se otorgará «un período amplio de hasta cuatro años» para saldar la deuda con un pago inicial consistente en un monto mínimo como pago a cuenta. «El primer pago será del 5% si se trata de un buen contribuyente», precisó, en tanto que «si ése no es el caso, el monto será del 10%». Para la AFIP los buenos contribuyentes corresponden a las calificaciones A, B y C del SIPER. El organismo recaudador estipuló en $ 1000 el pago mínimo del pago a cuenta y de cada cuota.

La ayuda fiscal contempla un máximo de 48 cuotas, con una tasa mensual equivalente a la que cobra el Banco Nación (BNA) más el 2% para las pymes que ingresen al plan hasta el 30 de septiembre. En el caso de las ingresen después de esa fecha se aplicará la tasa del BNA más un 3%. Las grandes empresas, por su parte, que suscriban el plan hasta el 30 de septiembre pagarán la tasa del BNA más el 3% y las que entren después pagarán BNA más el 4%.

Leandro Cuccioli consideró que «esto genera una solución a un universo grande de contribuyentes», en un escenario en el que puntualizó que «la deuda asciende a un total de $ 100 mil millones». Se determinará la caída del plan cuando se produzca la falta de cancelación de al menos dos cuotas consecutivas o alternadas a los 30 días corridos posteriores a la fecha de vencimiento.

El administrador federal realizó el anuncio del plan de facilidades de pago y dio precisiones sobre el mismo, el mismo día en que dio a conocer los datos de la recaudación tributaria de julio. Según los datos del organismo, el mes pasado se registró una suba del 23,8% interanual a partir de un impuso importante del Impuesto al Valor Agregado y del Impuesto a los Débitos en cuenta corriente. La recaudación tributaria del séptimo mes alcanzó los $ 293.894 millones.